Amorth, ha trabajado como exorcista durante 25 años y asegura que hay indicios de que el anti-Cristo esté ganando la batalla contra la Santa Sede, asegurando que "hay cardenales que no creen en Jesús y obispos que están relacionados con el demonio".
      Italia       |
      Viernes 15      de
      Febrero, 2013      | Por
      Nínro Ruíz Peña | 
Amorth, ha trabajado como exorcista durante 25 años y asegura que hay indicios de que el anti-Cristo esté ganando la batalla contra la Santa Sede, asegurando que “hay cardenales que no creen en Jesús y obispos que están relacionados con el demonio”.

“Puede ocultarse o hablar en idiomas diferentes, o incluso aparentar ser solidario”, dice Amorth sobre el demonio.
Casi tres años, después de esta entrevista, el Papa Benedicto XVI, renunció al papado posición, que puede revelar una lucha de poder dentro de la Iglesia Católica. La prensa internacional afirma que el cardenal Tarcisio Bertone, dirige un gobierno paralelo que se opone a los planes de Joseph Ratzinger, quien ahora se siente aislado por sus antiguos aliados.
El portavoz de la Iglesia, Federico Lombardi, dijo que el Papa es realista y es consciente de los problemas y dificultades de la Iglesia y que la renuncia “fue un acto de humildad, sabiduría y responsabilidad”.
Benedicto 16 renunciará a su cargo de Papa hasta el 28 de febrero y luego se elegirá su sucesor sólo después de 15 de marzo.
FUENTES.
 
 
 La 
versión oficial de la renuncia del Papa Benedicto XVI es que éste carece
 de fuerzas físicas y espirituales. La pregunta es ¿las fuerzas para 
qué? Desde luego no le faltan fuerzas para escribir otro libro, o para 
declarar un nuevo dogma, o canonizar a más santos o realizar otros 
viajes. Le faltan fuerzas para poder dar un manotazo firme que ponga fin
 a la guerra encarnizada y desgastante que hay en la curia romana. Con 
su renuncia, el Papa ha dado un golpe magistral que pone fin al 
enfrentamiento encarnizado entre el Decano de los Cardenales, Angelo 
Sodano, y el Secretario de Estado, Tarcisio Bertone
La 
versión oficial de la renuncia del Papa Benedicto XVI es que éste carece
 de fuerzas físicas y espirituales. La pregunta es ¿las fuerzas para 
qué? Desde luego no le faltan fuerzas para escribir otro libro, o para 
declarar un nuevo dogma, o canonizar a más santos o realizar otros 
viajes. Le faltan fuerzas para poder dar un manotazo firme que ponga fin
 a la guerra encarnizada y desgastante que hay en la curia romana. Con 
su renuncia, el Papa ha dado un golpe magistral que pone fin al 
enfrentamiento encarnizado entre el Decano de los Cardenales, Angelo 
Sodano, y el Secretario de Estado, Tarcisio Bertone . Al retirarse, el 
Papa no solo desmonta esa enconada lucha, sino que además se asegura el 
poder manejar la sucesión papal, lo cual debe haber provocado en Sodano 
no poco enojo y resentimiento.
. Al retirarse, el 
Papa no solo desmonta esa enconada lucha, sino que además se asegura el 
poder manejar la sucesión papal, lo cual debe haber provocado en Sodano 
no poco enojo y resentimiento.


 
 






 
           
    
                            
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

