FRANCIA - Con banderas y pancartas, cientos de miles de
personas se congregaron ayer ante la Torre Eiffel para participar en una
protesta contra el proyecto de la ley impulsado por el gobierno de
François Hollande que prevé legalizar el matrimonio homosexual y
permitir a las parejas gay adoptar y concebir hijos.
14/01/2013 11:28 PM | FRANCIA - Con banderas y
pancartas, cientos de miles de personas se congregaron ayer ante la
Torre Eiffel para participar en una protesta contra el proyecto de la
ley impulsado por el gobierno de François Hollande que prevé legalizar
el matrimonio homosexual y permitir a las parejas gay adoptar y concebir
hijos.
La oposición al plan de Hollande, que será tratado por el Parlamento francés a fines de este mes, ha resaltado las divisiones entre la secular pero católica sociedad francesa, especialmente en las zonas rurales. Si bien los sondeos de opinión indican que una mayoría de la sociedad respalda el matrimonio gay, ese respaldo es menor cuando hay niños de por medio.
Bajo la consigna “todos nacimos de un hombre y una mujer”, los manifestantes, que tienen el apoyo del principal partido de la oposición de derecha, la Unión por un Movimiento Popular (UMP) y de la iglesia católica, marcharon desde tres puntos distintos de la capital francesa y terminaron en la gran explanada de Champ-de-Mars.
Según los organizadores, participaron de la marcha unas 800.000 personas, aunque la policía estimó que se manifestaron unas 340.000.
Los manifestantes, entre ellos muchas familias con sus hijos, enarbolaban banderas rosas, color elegido por los organizadores, y pancartas en las que podía leerse, entre otras frases: “Todos guardianes del código civil”, “No hay óvulos en los testículos” o “dos vacas no hacen un ternero”.
El dirigente de la UMP Jean-François Copé, que participó en la manifestación, afirmó que ésta “tiene un valor de test para François Hollande”.
El arzobispo de París, monseñor André Vingt-Trois, no participó en la marcha pero estuvo presente en uno de los puntos de partida de la misma para manifestar su “apoyo” y su “aliento” a los manifestantes.
Pese a la marcha, el gobierno socialista francés anunció que no retrocederá y que el proyecto será sometido al Parlamento el 29 de enero, como estaba previsto. Sigue la polémica en bares y la calle.
FUENTES. http://www.elsigloweb.com
La oposición al plan de Hollande, que será tratado por el Parlamento francés a fines de este mes, ha resaltado las divisiones entre la secular pero católica sociedad francesa, especialmente en las zonas rurales. Si bien los sondeos de opinión indican que una mayoría de la sociedad respalda el matrimonio gay, ese respaldo es menor cuando hay niños de por medio.
Bajo la consigna “todos nacimos de un hombre y una mujer”, los manifestantes, que tienen el apoyo del principal partido de la oposición de derecha, la Unión por un Movimiento Popular (UMP) y de la iglesia católica, marcharon desde tres puntos distintos de la capital francesa y terminaron en la gran explanada de Champ-de-Mars.
Según los organizadores, participaron de la marcha unas 800.000 personas, aunque la policía estimó que se manifestaron unas 340.000.
Los manifestantes, entre ellos muchas familias con sus hijos, enarbolaban banderas rosas, color elegido por los organizadores, y pancartas en las que podía leerse, entre otras frases: “Todos guardianes del código civil”, “No hay óvulos en los testículos” o “dos vacas no hacen un ternero”.
El dirigente de la UMP Jean-François Copé, que participó en la manifestación, afirmó que ésta “tiene un valor de test para François Hollande”.
El arzobispo de París, monseñor André Vingt-Trois, no participó en la marcha pero estuvo presente en uno de los puntos de partida de la misma para manifestar su “apoyo” y su “aliento” a los manifestantes.
Pese a la marcha, el gobierno socialista francés anunció que no retrocederá y que el proyecto será sometido al Parlamento el 29 de enero, como estaba previsto. Sigue la polémica en bares y la calle.
FUENTES. http://www.elsigloweb.com
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